Desde su convocatoria en septiembre del año pasado, el comité organizador de las Jornadas de Historia Militar de Extremadura se esforzó en hacer llegar la noticia a todos aquellos lugares donde pudiera haber algún investigador interesado en dar a conocer su trabajo inédito en nuestro foro.
La publicación de los trabajos en la prestigiosa Revista de Estudios Extremeños, gracias al apoyo de la Diputación de Badajoz, o la difusión de los mismos a todo el mundo a través del canal de YouTube de la AIX, no son incentivos menores, además de los premios en liza, de un carácter mayormente simbólico.
No solo los historiadores locales, sino licenciados, graduados o doctores, profesores de máster o incluso directores de los mismos remitieron sus trabajos en mayor cantidad de la que se podían exponer materialmente durante la fase de presente de las Jornadas, por lo que el comité técnico tuvo que seleccionar a nueve de los catorce presentados para optar al premio Alfonso IX de investigación histórico militar 2024 y que defendieran en público sus trabajos.
Los treinta minutos que las bases determinan para este cometido se quedaban escasos para un público interesado en la toma de Olivenza de 1657 durante la Guerra de Separación de Portugal, o las acciones en Valencia de Alcántara durante la Guerra de Sucesión, los asedios de Ciudad Rodrigo y Badajoz en la Guerra de la Independencia, pero hay que recordar que no se trata propiamente de conferencias sino presentaciones de un trabajo escrito, que es donde realmente reside el valor de la investigación.
Tras la siempre brillante intervención de María Fidalgo, con su aportación sobre el extremeño Zurbarán como pintor de batallas, no solo de frailes, durante la deliberación final del jurado los participantes hacían sus cábalas sobre quién sería el ganador, sin tener en cuenta, precisamente, que la brillantez de una exposición es tan solo un reflejo de ese contenido completo, del que se valoran multitud de aspectos.
Precisamente lo novedoso del tema tratado y el valor de su aportación para la historia militar de Extremadura es lo que hizo destacar la ponencia de Rafael Tejado, que versa sobre la organización de los artilleros de la plaza de Badajoz durante el siglo XVIII, y hacerle acreedor, por segunda vez consecutiva, del premio Alfonso IX.
Enhorabuena a los premiados, y a todos los aficionados a la Historia Militar.